Aislamiento

me aíslo

al mismo tiempo coexisto
en ascuas, inmóvil, entre los vivos,

bajo la lluvia encantada que fluye tardía.

me aíslo

al mismo tiempo invento
ambrosías y aromas y raíces de cielo.

A secas rasgo la mirada y abro las alas
y administro en la altura cercas con voluntad de molino.

me aíslo

al mismo tiempo tanteo distancias y ademanes
de aquellos que rondan en parte fantasma y pájaro
y en parte pájaros
huella con huella en la hierba hasta encontrar el crepúsculo.

me aíslo

al mismo tiempo intento en esa metamorfosis del tiempo,
diálogos, verdes, ritmos que existen sólo con reclamarlos.

me aíslo

al mismo tiempo me vuelvo discípulo de las flores
básico en las ilusiones lindantes con tu oído
y que condensan tus orillas.

¡A la par que el océano fluye velado por la espuma
me filtro en tus pestañas
que se posan radiantes en las agotadas cumbres de mis pulgares!

Voy a caer sin prisa en tu boca.
A derrocharme en tus manos, a iluminar tu rostro
en la plenitud más pura de fábula y cortejo.

me establezco
en tu centro, en tu abdomen, en tus piernas
con lenguajes del cielo de brisas y rúbricas frutales,
con sinfonías de colores y augurios de savias.

Florece en mis palmas el crepúsculo y remuevo la experiencia
para condensarme como un concurso de cometas.

Francamente,
no logro abstraerme,
pronto me hallo en tu caricia, o tal vez me abstraigo
y no estoy o ni me abstraigo ni estoy.

me descubro simétrico si suelto íntegras las envolturas
y formo rondas entonando la risa más limpia.