miércoles, 16 de marzo de 2011

De cómo no buscamos lo que nos encuentra



“No estabas en mi umbral
ni yo salí a buscarte para colmar los huecos que fragua la nostalgia
…”
Olga Orozco

El golpe agrietó los bordes de mi sonrisa. Cada palabra tuya – no me decías a mí pero tu eco me codeaba insistente - era un puño que se hundía sin asco entre los senos. Desgarrando la piel, pulverizando tráquea, esternón y costillas, en una absurda metáfora de corazón partido. Lloré abrazada al silencio y mil estúpidos argumentos abrieron surcos en mis mejillas. Una siembra seca, de lágrimas internas - fugitivas - sin derecho a mojarte. O apenas conmoverte.
¿Qué podía decirte?

El universo inalcanzable de tus manos se robó mis bienvenidas; tus ojos se bebieron el color ternura floreciendo en mis pupilas.
Desgajada, intenté cerrar los ventanales desde donde observaba - encantadas horas- tu geografía bohemia y tus pasos de toro en celo abarcando los límites de mis desvelos.

Y seguís aquí, dulce de melocotón triste chorreando – llenando - los poros vacíos de mi piel. Tan en mí a pesar de mí. A pesar de vos.
La oscuridad es tan profunda que no distingo apenas los espacios tullidos de mi cuerpo. Tullidas mis manos sin tu ayer de lúdicas caricias. Tullidas mis piernas sin la ardiente flexión de las tuyas. Tullida mi boca – apenas tuve tiempo de robarte un puñado de besos con la disparatada intervención de mis hadas madrinas - sin la sensual concavidad de tus labios.
Quisiera torpemente regresarme de este exilio donde me condenan tus palabras. Sorprenderte - así como vos me sorprendes - en un plano más allá de lo imposible que resulta que me hables de amor, al pie de ese balcón que siempre le envidié a Julieta.
Y esta es la razón que me ombliguea; me provoca unas ganas perversas de olvidarme que ya no estoy en la sintonía de tus veranos: mirá que hay que ser otoño perdiendo inútilmente hojas para pensar que vos quisieras ser mi Romeo.

Mariposa de anís histeriqueando entre los tallos verdes de los juncos, ¿cuánto demoran las abejas en libar cada flor? Este necio candor que me domina me supera. Acaso no sabía cuando me senté entre tus días a contarte mis noches de ronda solitaria, que los jazmines blancos sólo le abren sus brazos a las libélulas vírgenes.

Un búho fue a chocar bruscamente con mis pesadillas en las heladas sábanas de mi cama de loto – luto suena brutalmente definitivo - esbozó una disculpa de pajarraco sabio y voló. Desde lo alto de un pino adormilado, ululaba sonidos que el viento deslizó debajo de mi almohada, “no hay peor ciego que el que no quiere ver” .
“La pucha – me dije yo en un ridículo intento por jugar a la educada conmigo (mismamente) – si yo no quiero nada más verte. Yo daría lo que sea por frotar las palmas de mis manos en esas mejillas tuyas de genio distraído sin botella”.
Con vos y sin-mi - vos y yo - y el desquiciado recuerdo de tus palabras bombo en mi memoria, pulverizando las células de todas las veces que acuno tu aroma en el borde helado de mis narices.
¿Qué puedo inventarte?

Me dedico a perder el sentido en cada palabra que tu lengua desliza en la absurda entrometida irrealidad que se ha comido mi cerebro – alimaña carroñera que solo deja intactos el corazón y los ojos – y enrosca burdamente alrededor de mi garganta, tus olores, tus sonidos, tus ausencias, tus deliciosas - ab initio tristes – miradas, tu irreverencia al amor.
Tu misma – negada – desesperada irrealidad.-
Me desprendo del ahora que nos demora entre dos realidades que no reconocemos - que puede importar si de todos modos seguimos insistiendo… – la tuya, la mía; la que vos pareces elegir con resignación suicida. La que yo no elijo pero mastico entre dientes - resignada.
Y tus ojos duendes – que agotan los míos – tu boca bruja – magia en la mía –  tus manos palomas – mis alas rotas - y este ir y venir insoportable de nuestros pies desnudos sobre las brasas.-



2 comentarios:

Maria dijo...

Que bueno volver a ingresar en puntitas de pie a tu universo..'mirá que hay que ser otoño perdiendo inútilmente hojas para pensar que vos quisieras ser mi Romeo'..eso junto a 'ombliguea' y 'color ternura' ha acaparado toda mi atencion...Me encantó viditarte, aun recuerdo tus textos de aquellos años. Abrazos.

RAMÓN dijo...

"Tan en mí a pesar de mí"[...] "Quisiera torpemente regresarme de este exilio donde me condenan tus palabras."
Suscribiría muchas de esas palabras... firmaría esos sentimientos que describes... que dibujas, palabra a palabra, golpe a golpe de silencio y olvido... Espero me permitas decirte que me gusta cómo escribes y lo que escribes... cómo delatas cada pálpito del alma en cada palabra que nos regalas...
Gracias...