domingo, 9 de enero de 2011

Si vieras




“…donde la palabra no sea simplemente

un signo para hablar

sino también para callar…”

Roberto Juarroz (1-XII)









Insignificante es la erudición de la luz
y la caricia constante de un latido
cuando se cae la noche.
Ella de nuevo. Ella sin bordes
sobre un papel de espantos
Carbón sus ojos y su mirada carbón



No se permite nada más que la oscuridad del silencio
o solo el silencio de la oscuridad está permitido



si vieras …
el blanco es un color prohibido
y en las narices de un búho
reptan azules camufladas las risas
de los muros las esquinas las veredas y cornisas



Es imprudente contar secretos entre las ramas del sauce
y nadie se atreve a recoger los signos de preguntas
cuando el río desborda de hojas que se suicidan



Lagrimea el aire y sube
escalando el tiempo entre suspiros roncos
y al llegar a la cima
las palabras
brotan de sus manos
y rellenan los huecos de la siesta


Hay pájaros que enmudecen con las horas
(sólo pueden ser oídos deshojando una margarita)




- “juguemos a la ronda mientras la luna no está -
- ¿luna estás?”- Y empujan;
las sombras empujan la tarde
hasta hundirla en el vientre del ocaso.
Ovillo tras ovillo los sonidos
ya destejen los versos del alba
si vieras …


Carbón sus ojos y su mirada carbón
Sobre un papel de espantos
ella sin bordes. Ella de nuevo.
Cuando se cae la noche
y la caricia constante de un latido,
insignificante es la erudición de la luz..

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