compinche de un viaje sin rutas
que anida en mañanas vaporosas
y hoy estrena pantuflas de quinceañera
con pasos lentos pero audaces  
independiente en la acción,
emotiva y expresiva
con ojitos de fantasía y 
una sonrisa que absorbe el sol
Candela
Que va dejando gentiles rastros
en una danza etérea de caramelo
Un caudal 
que embiste con lo cotidiano
y un despliegue infinitos
de razones finitas
Que afortunadamente nada sabe
de los pozos del  tiempo
y los relojes le ruegan 
le suplican la maldicen  y le  gritan 
y ella, 
nunca los oye
Mas allá del vulgar transcurrir de las horas
Más allá y aún más lejos 
nos encontramos 
A la hora de las citas atesoradas
al pie de una gruta de húmedas ilusiones
Candela  
que vas, andando 
entre mundos sutiles de imposibles galaxias
hoy te abrazo, te abrigo, te acompaño
Manos brújula Brazos puente Ojos luz
y  acaricio tu piel con las páginas del alma
Me ruedan lágrimas de alegría 
y desbordan  los cráteres de la luna
luna llena 
creciente lazo 
tristeza menguante
nueva sonrisa
Vos y yo,
nos descubrimos
un veintinueve  a  las diez de la mañana 
desde un país inédito de cuentos 
que no figura en mapas con fronteras
y somos 
en cuerpo y alma
una eterna mañana de brumas luminosas
y un inquieto crepúsculo eterno
las nubes incluso las montañas
Que allí de donde ambas venimos
lo eterno del universo es
nada mas nada menos 
familia de palabras
semilla, vientre, cordón umbilical, parto…vida
Candela, la que ilumina,
Candela  hija…
¡¡Felices Quince Años preciosa!!


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