jueves, 23 de agosto de 2012

Por nada



I
Me debes el incienso,
el hogar
el ardor.
Me debes  los valles
fragmentados
marchitos.
Me debes la inconsciencia
deshonrada
humillada
Ajena,
extinta
silenciosa
ida.

II
Me debes los abrazos
las puestas,
los  esfuerzos
el coraje
los continentes de la noche.

Y hasta la tibieza
de unas manos,
el aleteo
el ahuecarse
el vaivén
el corazón
las utopías.

IV
Me debes la textura,
la causalidad
de tocarse
y desvariar

Y aún,
las lunas
las hadas de un cuento
la  melancolía
la sed

V
Te perdono las ruinas,
las  promesas,
las manchas,
los rebotes
el gris
la sacudida,
la desidia.

VI
Te absuelvo de las sombras.
del nudo.
De las piedras,
del vacío.
Te absuelvo del todo.
Por nada.

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