Hay una larga hilera de nubes pequeñas
Traviesas.
Negras
Rememoro la vida en que fui, yo también,
pequeña, traviesa.
Blanca
Una señorita ingenua, un alma urbana
Con el pelo a la moda y minifaldas tensas
La bestia que había en mi yacía dormida;
los escarabajos tumberos, eran sólo un mal sueño,
que llevaba como una piedra en el zapato
He compartido el mate y los poetas,
la pasión por la lluvia y la aversión a los claustros
Una señorita ingenua, un alma urbana
Con el pelo a la moda y minifaldas tensas
La bestia que había en mi yacía dormida;
los escarabajos tumberos, eran sólo un mal sueño,
que llevaba como una piedra en el zapato
He compartido el mate y los poetas,
la pasión por la lluvia y la aversión a los claustros
Pasé de construir defensas de saliva
a cruzar las piernas como un Buda prolijo
Es mediodía; las nubes persisten, se alargan
Engordan y perseveran.
Yo también.
Soy un ave acostumbrada al viento,
redimida y rolliza. Desde la cima del valle
un suspiro me levanta el copete gris
y el busto generoso
a cruzar las piernas como un Buda prolijo
Es mediodía; las nubes persisten, se alargan
Engordan y perseveran.
Yo también.
Soy un ave acostumbrada al viento,
redimida y rolliza. Desde la cima del valle
un suspiro me levanta el copete gris
y el busto generoso
AdrianaLamela - 2021
#safecreative
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