"Los hombres nunca saben cuánta dulzura y cuánto quebradizo silencio hay en una poesía". Efraín Huerta (México 1914-1982)
jueves, 22 de junio de 2006
Plegaria para un Elfo dormido
Pálpame de ausencias y róbame la angustia;
una horrible nostalgia se atora en mi garganta.
No me abandones,
no me dejes sola con el temblor de lo incierto
No golpees las puertas de mi corazón;
irrumpe / derríbalas
arráncame con tu espada este dolor que lleva siglos;
no quiero saber quien fui en mi vida pasada:
rásgame esta piel cansada y cúbreme con tus alas
Déjame respirar el amor
como se respira el aire en las mañanas;
como si esa fuera, la última gota en los pulmones.
No me digas que vendrás / sólo no faltes
tanto reloj en las pupilas me ha dejado sin luces.
No hagas trampas / no espantes la memoria:
no olvides nuestra cita a orillas de la magia.
No me abandones,
déjame leer en el Libro de tus días / ven conmigo.
En negras noches deambulo, buscando el Mar de las Ilusiones;
no me dejes sola / sé mi brújula,
déjame ser tu Hada
No quiero dejar la tierra / quiero estar en el cielo de tus rincones
y escribir las palabras que te emocionen;
llévame contigo.
Te robé algunos duendes mientras dormías;
de esos que guían tus manos por mundos de fantasía;
No me juzgues / necesitaba del aroma de tu alma
para darte la mía en esta plegaria / y sorprenderte
con mi deseo de ser y de que seas.-
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