En la
puerta anochecía
La hilandera de espadas, Velazquez |
y en mis
ojos goteaban lágrimas de vino
Quemé los abecedarios.
Las letras desprendían olor a monte
Diluviaba
Quemé los abecedarios.
Las letras desprendían olor a monte
Diluviaba
El cielo ocultaba
las octavas muertas;
un
espejismo absurdo creció después
el día, la
tarde,
de otro día
de tantas noches
Frotando la
rueca
Sin chistar
Ocultándome en la historia acostumbrada
Ocultándome en la historia acostumbrada
En caminos
de cabras,
en las huellas de una loba
solitariaY en raras cicatrices
que dejaste embriagadas.
#safecreative
Poesía Suelta - 2019
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