El rumor se hace insoportable
- el cielo olvidó maquillarse -
las esquinas ya no se doblan;
los ríos de la infancia son recuerdos crespos
en mitad de una geografía recurrente,
amontonándose como moscas,
revoloteando huérfanas en este ocaso
que llena los bolsillos
Olvidé un cigarrillo sobre tu espalda
- se apagó cuando te dormiste –.
Extraviaste una mano sobre mi sexo
– sudaba ausencia –
insolente, acurrucada e inmóvil
Los pájaros se han declarado en huelga;
las alas agostadas, el pico roto.
No todos; sólo los que auscultan el alba.
Madejas de hilo babeante
– negro (in)finito –
la noche se me enredó en los tobillos y antes
se bebió tus ojos cantando nanas sobre mi vientre.
Me acerqué a tu ventana
y los cocodrilos de tus lágrimas
casi me devoran.
Desvariamos tantas lunas en lo alto de los paredones
y qué caso tiene – no veo –
Sólo ponientes arañándome las mejillas.
Voy a decirlo de una vez, las horas, ésas de zaguán
- de cenicientas y príncipes azules -
agonizan bajo el peso de tu silencio
Tienen el pico roto, pero siguen cantando
Las alas agostadas igual abiertas
- aguardando- para calmar tu pena
- o tu rabia –
Construí tantas veces el refugio
y vino el lobo - sopló-
y tu alma quedó a la intemperie
Madejas punzantes, agujas de nada
– el fuego quema – y no extingue el dolor.
Ramas hojas cruzadas calladas
¿acaso pueden morir los árboles sobre el pecho?
Tomemos una infusión de olvido
y vamos a volar entre amapolas
de "Las hortensias crecen en todas partes"
Pomeario inédito
#safecreative
- el cielo olvidó maquillarse -
las esquinas ya no se doblan;
los ríos de la infancia son recuerdos crespos
en mitad de una geografía recurrente,
amontonándose como moscas,
revoloteando huérfanas en este ocaso
que llena los bolsillos
Olvidé un cigarrillo sobre tu espalda
- se apagó cuando te dormiste –.
Extraviaste una mano sobre mi sexo
– sudaba ausencia –
insolente, acurrucada e inmóvil
Los pájaros se han declarado en huelga;
las alas agostadas, el pico roto.
No todos; sólo los que auscultan el alba.
Madejas de hilo babeante
– negro (in)finito –
la noche se me enredó en los tobillos y antes
se bebió tus ojos cantando nanas sobre mi vientre.
Me acerqué a tu ventana
y los cocodrilos de tus lágrimas
casi me devoran.
Desvariamos tantas lunas en lo alto de los paredones
y qué caso tiene – no veo –
Sólo ponientes arañándome las mejillas.
Voy a decirlo de una vez, las horas, ésas de zaguán
- de cenicientas y príncipes azules -
agonizan bajo el peso de tu silencio
Tienen el pico roto, pero siguen cantando
Las alas agostadas igual abiertas
- aguardando- para calmar tu pena
- o tu rabia –
Construí tantas veces el refugio
y vino el lobo - sopló-
y tu alma quedó a la intemperie
Madejas punzantes, agujas de nada
– el fuego quema – y no extingue el dolor.
Ramas hojas cruzadas calladas
¿acaso pueden morir los árboles sobre el pecho?
Tomemos una infusión de olvido
y vamos a volar entre amapolas
de "Las hortensias crecen en todas partes"
Pomeario inédito
#safecreative
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